El año pasado, en el paquete de reformas que se aprobaron para el ejercicio 2021, una de ellas, que particularmente quiero señalar en esta ocasión en la que pocos hemos puesto atención, o quizá poco se ha difundido de ella, porque no se ha medido el impacto de la misma y me refiero la modificación que se hace al Artículo 17-F del Código Fiscal de la Federación, en donde se dota de facultades al Servicio de Administración Tributaria para poder vender sus bases de datos de controles biométricos de los contribuyentes a terceros que lo soliciten.
No sé cuál es la finalidad de esta reforma o cuál es la intención del legislador para que esta institución encargada de la administración y recaudación de las finanzas públicas, tenga esta facultad en la que muchos le han llamado “el chismoso del vecindario” porque un tercero puede ir a solicitar información sobre administradores, gerentes y contribuyentes en general y lo comparo con lo que ha ocurrido recientemente en la red social “WhatsApp” que fue adquirida por Facebook hace tiempo, en la que ha actualizado sus contratos de términos y condiciones, en dónde podría divulgar información confidencial de los usuarios de dicha red social, muchos lo que han hecho por miedo a que se comparta su información, fotografía, teléfono, ubicación y directorio de contactos es migrar de esa red social a otra similar, por temor a que compartan su información, pero pocos saben en realidad a qué información se refiere, ya que no todos leemos los contratos y mucho menos las letras chiquitas.
Razón por la que quiero mencionar en este artículo, y hacer esta analogía con la facultad dotada a esta autoridad mencionada anteriormente, y es qué la persona está renunciando cuando acepta el contrato de términos y condiciones de esa red social y me refiero a qué se puede compartir a quién le solicita esta red social tanto la ubicación, el directorio de contactos y las ubicaciones a las que haya realizado este usuario y no así los mensajes, videos, fotos y descargas que se hagan en la red social, puesto que están cifradas de extremo a extremo, sin embargo las interacciones con la red social que mencioné anteriormente si son propiedad de la red social y es por ello que puede compartirlas y no así los datos y controles de datos biométricos de los contribuyentes, también quiero señalar que esta red social guarda por 30 días los mensajes que no se descargan en los teléfonos y una vez vencido este término, la red social los elimina, es por eso que los usuarios no pueden descargarlos si es que no lo hicieron dentro de los 30 días que el contrato vigente les ha otorgado.
Esta red social ha indicado que esto entrará en vigor hasta mayo tras la salida de casi dos millones de usuarios en un solo fin de semana a otra red social similar, es por lo que postergó de enero a mayo dicha actividad, ahora solo falta ver a donde los contribuyentes se van a ir por miedo a que se comparta su información.
