En fechas recientes hemos escuchado o leído algunas noticias relativas a temas laborales derivados de señalamientos de sindicatos norteamericanos sobre organizaciones gremiales mexicanas. Este tipo de noticias serán cada vez más frecuentes porque el T-MEC instaló un panel laboral entre las tres naciones firmantes del tratado, y en esta instancia serán dirimidas cualquier cantidad de diferencias entre sindicatos de los tres países.
En esencia, sindicatos canadienses y norteamericanos buscarán que las organizaciones mexicanas democraticen sus procesos de selección, así como la rendición de cuentas con la finalidad de crear las mismas condiciones laborales entre las tres nacionales y que en México, los sindicatos sean cada vez más auténticos y representativos.
¿Por qué estarían interesados los sindicatos extranjeros en el cambio de los sindicatos mexicanos? En realidad, la respuesta no es sencilla, sin embargo, me referiré a un aspecto fundamental. Mientras en México sigan existiendo sindicatos “blancos”, de esos que acuerdan con los patrones a espaldas de sus representados, los costos laborales en México seguirán siendo muy bajos, creando así una competencia desleal con las empresas en los países socios.
Dicho de otra forma, lo que buscan es que, en la medida que México tenga un sindicalismo democrático y transparente, las demandas de mejoras de las condiciones laborales y de los ingresos mejorarán. Buscan que México deje de ser el paraíso de los salarios bajos.
Las empresas estadounidenses buscan instalarse en México, entre otras cosas, porque los costos laborales son más bajos que en Estados Unidos, así como los salarios. Esta condición se convierte en una competencia desleal que en las últimas décadas ha dejado sin empleos a los estadounidenses porque los inversionistas prefieren a México para radicar sus inversiones.
Luego entonces, ¿qué tienen que cambiar los sindicatos mexicanos frente al T-MEC? La mayoría de las centrales obreras tendrán que voltear sus ojos a lo que desde hace muchos años venimos haciendo en la CROM que no es otra cosa que, la práctica de la democracia sindical y la transparencia como parte de un nuevo estilo sindicalista.
En efecto, habrá sindicatos que no tendrán que hacer muchos cambios porque simplemente se vienen haciendo las cosas de forma correcta y aquellos que siguen con las mismas prácticas de siempre son quienes acumularán la mayor parte de las denuncias ante este panel laboral internacional como de hecho ya comenzó a ocurrir con los casos de Tridonex, en Matamoros, Tamaulipas y en la planta de General Motors (GM) de Silao, Guanajuato.
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