Luis es un hombre de alto temple y convicción, un empresario desarrollado en el sector de servicios. En el mundo de “echar humos” Chacho (como lo conocen sus amigos) es todo un líder, sin duda, una de sus grandes pasiones que disfruta todos los días y que ahora comparte al mundo mediante “Casa Espinosa Cigar Club”, el único espacio en Aguascalientes para la venta y consumo de habanos de la mejor calidad.
Son varias las características que hacen de “Casa Espinosa Cigar Club” un paraíso para los amantes del “mundo del habano”. Las sensaciones, sabores y olores se mezclan para hacer de la visita toda una experiencia que no te puedes perder.
Cuentan con un “Walk-in” único en el estado, siendo el quinto mejor a nivel nacional, este humidor gigante, en el que los clientes pueden entrar a escoger sus habanos, está a una temperatura de 16-18 grados y mantiene una humedad de 66-75%, es hecho de madera de cedro, ya que permite la absorción de la humedad sin hincharse.
La idea surgió del propio gusto de Luis por los habanos, al fumar de 2-3 diarios él pensó que no existía en Aguascalientes un lugar especial para quienes disfrutan de esta cultura, un lugar donde puedan relajarse y disfrutar de un momento único, maridar con una buena copa, café o te y además pasar en compañía de amigos.
Para llevarlo a cabo, Chacho viajó a diversos lugares de la República para comparar y aprender sobre lo que él quería para su proyecto, además cuenta con toda la experiencia ya que es un sommelier “junior” certificado, comenta que próximamente buscará la certificación “senior” y sucesivamente el “máster” que se lleva únicamente en Cuba mediante una invitación especial.
Uno de los retos para “Casa Espinosa Cigar Club” es cuidar y mantener el producto en su estado natural, ya que son productos fácilmente alterables, que pueden llegar a ser apócrifos cuando no se consiguen en los lugares certificados, así como quienes deciden venderlos ya caducos a un precio más bajo y sin pagar impuestos de ley que aseguren su buen estado.
En “Casa Espinosa Cigar Club” puedes encontrar más de 27 marcas internacionales de los mejores cigarros de tabaco (puros o habanos), y con la completa seguridad de que estás consumiendo un producto de la más alta calidad, ya que cuentan con certificación “Habanos Point” y “Especialista en Habanos”. Además de un riguroso protocolo de sanidad y extractores de aire.
La diferencia entre un puro y un habano es que el habano no tiene protección y está hecho 100% de forma artesanal, a mano y está cubierto por la hoja natural de tabaco, mientras que el puro esta cubierto por una capa de celofán y se fabrican en otros países, siendo Nicaragua, República Dominicana, Honduras y México los principales productores de puros después de Cuba.
Es un lugar al que normalmente acuden personas adultas, sin embargo, en “Casa Espinosa Cigar Club”, jóvenes y mujeres se estan involucrando cada vez más a echar buen humo. Los habanos pueden ser de un sabor fuerte, medio o suave, adaptándose al gusto de cada persona.
A diferencia del cigarro convencional, el habano tiene 4% de nicotina por ser hoja natural de tabaco, no contiene químicos, además la forma de disfrutarlo es diferente, al puro “no se le da el golpe” sino que se mantiene en la boca para deleitar el sabor y se suelta.
Dentro del mundo del Toro el consumo de habanos es imprescindible, España es el consumidor principal de habanos en el mundo, ya que desde años atrás es una tradición, al entrar a una plaza de toros puedes percibir el olor a habanos recorriendo cada lugar. Luis, sin duda, es un amante de la fiesta brava.
Hoy “Casa Espinosa Cigar Club” cuenta con 2 sucursales, una en el norte de la ciudad en el fraccionamiento “Bosques” y otra en el centro, en la calle “Carranza”, donde se tendrá otra certificación especial.
A un año de este exitoso proyecto, Chacho agradece principalmente el apoyo de su familia, así como a sus clientes y amigos que han confiado en él y que acuden a su lugar para degustar en tranquilidad de los mejores habanos.
“Un puro debe fumarse intervalos de 1 minuto, sobre el humo y mirar lentamente cómo se mezcla el aire, cómo se confunde con él. Incluso antes de encenderse hay que tomar el puro lentamente, sentirlo primero con los dedos, contemplar su color y su forma, después, olfatear, acercarlo los labios. Se trata, en ambos casos, de un simple coqueteo con el tabaco y las palabras. Ambas experiencias requieren delicadeza y elegancia, y sutileza y tranquilidad, impulso y entrega. Por ello, también hay cierta semejanza con la manera de cómo debe besarse a una mujer.”
Luis R. Espinosa Villarreal Chacho
