Por: Lic. Jesús Enrique Ramírez Pérez
Durante meses hemos enfatizado nuestro trabajo como Confederación Regional Obrera Mexicana, en una nueva cultura del esfuerzo, capacitación y buena colaboración entre Sindicato y Empresa, a lo cual denominamos -Nuevo Sindicalismo-, que no es más que hacer lo que se debe hacer, no estamos descubriendo el hilo negro, pero sí estamos actuando como lo merece la base trabajadora.
Una de las situaciones que más me ha impactado como líder sindical es escuchar y ver cómo se critica gravemente al sistema sindical por creer que sólo se vive para molestar a las empresas, o estar en contra de ellas siempre sin discusión cívica, pero no, contrariamente el nuevo sindicalismo que planteamos requiere de una buena relación entre patrón-trabajador porque creemos que el mejoramiento de las condiciones laborales puede lograrse, sí, exigiendo pero también proponiendo y poniendo de nuestra parte con el diálogo ante todo.
Esto no significa que dejaremos que las empresas hagan lo quieran con los trabajadores, al contrario, estamos muy vigilantes de sus acciones y decisiones internas, pero no debemos caer en el conflicto laboral sin antes estudiar las situaciones correspondientes, pues en muchos de los casos los patrones tienen toda la disposición de resolver las inconformidades de sus trabajadores de manera directa y expedita.
Ahora bien, para llegar a las esperadas mejores condiciones laborales también requerimos todo un proceso de concientización con la base trabajadora en cuanto a la capacitación y la productividad; para mí como representante cromista, esto es un círculo que debe ser virtuoso y no tortuoso. Explico, si la empresa propone y dispone de programas de capacitación que mantenga a sus trabajadores a la vanguardia, y éstos absorben todos los conocimientos que puedan mejorar sus habilidades y con ello incrementen la productividad; la empresa tendrá mejores resultados y más oportunidades de crecimiento para las y los empleados. Pareciera utópico lograr esto, pero no es así, al menos la gran mayoría de las empresas afiliadas a la CROM, han diseñado nuevos procesos internos que permiten una comunicación directa con sus trabajadores y sus necesidades, de esta manera hemos logrado resolver muchos casos por la vía interna sin tener que llegar a procesos legales más complicados.
Para nosotros es vital esta nueva cultura del esfuerzo, capacitación e intervención empresa-sindicato; que no sólo se les de la responsabilidad a la base trabajadora de conocer su área laboral por default, sino que la empresa ponga de su parte también para generar el interés de capacitarse en conocimientos más específicos que les permita, inclusive, mayores oportunidades económicas; esto puede tener como raíz el buen clima laboral que se logra justo concretando este círculo virtuoso del que hablaba en líneas atrás.
No somos el enemigo de las empresas, los sindicatos y organismos como la CROM jamás busca afectar al centro laboral, queremos que se mantenga en las condiciones más óptimas para que nuestros agremiados cuenten con un trabajo digno y justo. Yo siempre he dicho que las puertas de la CROM están abiertas para todas y todos, aunque no sean agremiados ni empresas afiliadas, porque para llegar a las buenas relaciones se necesita primero conocer y dialogar las ideas de cada parte hasta lograr acuerdos que favorezcan a todos.
Reitero, no estamos descubriendo el hilo negro de nada, únicamente rescatamos la raíz del sindicalismo, la búsqueda de acuerdos bajo exigencias, pero también propuestas y sobre todo interés de mejorar en beneficio del trabajador, de la empresa y del propio sindicato.