Por: MDA. Juan Camilo Mesa Jaramillo
Para nadie es desconocido que nuestro sistema educativo mexicano no está cumpliendo con los estándares que requieren nuestros alumnos para ser competitivos frente al mundo. Cada tres años vemos con tristeza nuestros penosos resultados en las pruebas educativas que realiza principalmente la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
Lo más delicado es la falta de rumbo frente a la educación en México. ¿Cobertura o calidad?, es una pregunta que nos hemos realizado desde hace varias décadas. El actual Presidente decidió lanzar una reforma educativa, que si bien pudiera ser seriamente cuestionada, es un primer paso para aceptar que algo estamos haciendo mal. Lo triste es que algún o algunos candidatos presidenciales, aseguran que de llegar al triunfo, la tirarían a la basura… mal inicio.
Reformar es aceptar, pues cuando se es conscientemente incompetente, es mucho más fácil dar soluciones.
Para muchos expertos, el mundo educado (Finlandia, Singapur, Australia, etc.) nos llevan por lo menos 50 años de avance con respecto a nuestro sistema educativo… penoso y alarmante.
Expertos en educación (645) se reunieron en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (Wise en inglés), con el fin de determinar y vislumbrar la educación del 2030. Entre los participantes encontramos a Sugata Mitra, Noam Chomsky, o la Ex Primer Ministra australiana Julia Gillard, quienes llegaron a la conclusión de que el sistema educativo se convertirá en redes donde los alumnos construirán el conocimiento entre ellos, los maestros, y el entorno, logrando un aprendizaje colaborativo, y posiblemente aplicado a las necesidades del mundo real; además: “En los próximos 15 años, internet va a convertir los colegios en «entornos interactivos» que pondrán patas arriba las formas tradicionales de aprendizaje y cambiarán la manera de ser de docentes, padres y estudiantes”.
Profesores: Serán facilitadores y orientadores antes que transmisores del conocimiento. Los maestros enseñarán a los alumnos a ser críticos con la información de internet, entendiendo cuales son las fuentes confiables del conocimiento. El Flipped Classroom o clase invertida, donde el alumno investiga en su casa y expone en el aula, será la metodología ideal para la construcción complementaria del conocimiento entre los actores del grupo.
Alumnos: Será un alumno con muchas más fuentes de conocimiento y mentalidad universidad. El currículo para ellos será mucho más personalizado y específico a las necesidades y objetivos de cada estudiante. Varios expertos coinciden que los horarios de estudio y los lugares cambiarán de manera dramática, pues con el uso de plataformas de conexión, un estudiante podrá armar sus horarios según las conveniencias del aprendizaje esperado. Seguro tendremos escuelas de verano o de fines de semana exclusivamente. Al final, debemos inculcar en nuestros chicos el amor por el conocimiento, pero despertado por la creatividad, y para que sea aplicado en ideas y sueños.
Materias: Prácticamente el 100% de la Cumbre estuvo de acuerdo que para el 2030 se valorarán mucho más las habilidades personales o prácticas antes que los conocimientos académicos: “Las llamadas soft skills -como la capacidad de hablar en público, de trabajar en equipo, de adaptarse a los imprevistos…- son cada vez más importantes en el entorno profesional”, aunque el conocimiento siempre será fundamental como apoyo para el logro de los objetivos, pero construido y adquirido de una manera completamente diferente a la actual.
Aprendizaje: No hay duda, los expertos coinciden que para el 2030 el aprendizaje será constante y eterno. Todos tendremos que estudiar día con día sobre los elementos que necesitemos para la consecución de objetivos.
Como podemos ver, la educación evoluciona, no se detiene. Lo delicado de la historia es que en nuestro país no terminamos de entender que un sistema educativo obsoleto y mediocre como el que tenemos, nos seguirá condenando a la dolorosa pobreza que hoy vivimos