Por: José Campos
“No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura” – George Orwell
Agosto, 1990. Ciudad de México.
“Encuentro Vuelta, El Siglo XX: La Experiencia de la Libertad.” Frente a millones de televidentes, se encontraban sentadas varias figuras de la literatura latinoamericana, entre ellos, algunos escritores laureados con el premio nobel. ¿La razón? Uno de los mejores paneles de discusión que se han realizado en el país, congregando a más de 40 pensadores y autores de todo el mundo para debatir sobre temas de suma transcendencia: libertad, religión, nacionalismo, justicia, socialismo.
En su intervención, mientras que Enrique Krauze moderaba el panel, una figura literaria del Perú de aquellos años, acuñó una frase que pasó a la posterioridad nacional: “México es la dictadura perfecta”. (Mario Vargas Llosa dixit). Palabras que fueron pronunciadas, al momento que otro escritor de origen mexicano llamado Octavio Paz, hiciese una aclaración sobre el punto de vista del escritor peruano, y que en su aclaración exponía que México no debía de entrar en la clasificación de las dictaduras, dado que, según su óptica, no era como tal una dictadura, pero jamás justificó ni defendió al partido hegemónico.
Han pasado más de dos décadas de aquel suceso, resulta paradójico que fuera ese mismo escritor que se atrevió a hacer un juicio de valor sobre el sistema político mexicano en los años noventa, quien sea el mismo que ahora dice que el avance que ha tenido México en democracia puede verse amenazado con una oferta populista. –Ahí nomás para la re exión-.
¡Habemus candidatos!
Así es querido lector, sus más profundos temores se han vuelto realidad. Ya empezaron las campañas políticas y con ellas una serie de calificaciones, desprestigios y acusaciones entre los candidatos.
Para comenzar, los candidatos que quedaron formalmente inscritos –hasta la fecha- son los siguientes: Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Margarita Zavala – ¡Qué sorpresa! ¿no? – .
Haciendo un recuento rápido, hay que recordar quienes son las figuras que están en la carrera por obtener la banda presidencial. Empezaremos con el también llamado “joven maravilla” Ricardo Anaya. ¿Su experiencia laboral en la Administración Pública? Fue secretario particular de un gobernador en Querétaro, diputado federal y presidente del partido Acción Nacional. Formó una controversial alianza con el partido de la Revolución Democrática –uno de sus principales enemigos ideológicos- y con el partido Movimiento Ciudadano. Aunado a lo anterior, tiene acusaciones –falsas o no- sobre lavado de dinero.
Por el lado “independiente” está Margarita Zavala, quien afirmara hace menos de dos años que ella sería la candidata a la presidencia por su partido en aquel entonces, Acción Nacional. Esposa del ex presidente Felipe Calderón. ¿Experiencia laboral en la Administración Pública? Diputada Federal y primera dama.
Tiene en contra de haber sido vinculada directamente con el caso del incendio de la guardería ABC en Sonora.
En otra instancia está José Antonio Meade, quien no es un militante del PRI, sino un simpatizante –aunque nadie ve la diferencia real-, ¿Experiencia en la Administración Pública? Mucha. Ha sido 5 veces secretario de estado en dos sexenios de partidos diferentes. Lo que tiene en contra es la huella del partido por el cual contiende. De igual manera lo acusan de no haberse percatado de los desfalcos millonarios del gobierno federal y los estados durante su gestión en la Secretaría de Hacienda.
Para terminar, se encuentra Andrés Manuel López Obrador, presidente del partido MORENA, candidato a presidente de la república por tercera vez. ¿Experiencia en la Administración Pública? Fue presidente del PRI en Tabasco, después Jefe de Gobierno del Distrito Federal –ahora Ciudad de México-. En contra tiene a muchos personajes que lo rodean, incluso personajes que el mismo denominó parte de la “ma a del poder” que ahora ya fueron indultados y se encuentran entre sus las.
Así pues, amable lector, esperemos ver en este proceso electoral, más propuestas, ver la viabilidad de las mismas, para poder decidir y razonar nuestro voto. Elegimos a la persona que comandará las riendas de nuestra nación por los siguientes 6 años. Por lo pronto habrá que esperar y poner atención a lo que viene.