La excesiva carga laboral, un jefe tóxico, unos horarios disparatados, la sensación de injusticia, la de falta de desarrollo profesional, o las demandas emocionales de un puesto, son algunas de las circunstancias que podrían estar generando un estrés laboral importante en el mundo de las empresas y organizaciones.
El estrés es la capacidad de nuestro organismo para reaccionar de forma activa ante una situación que sentimos como amenazante, y es muy útil en determinadas circunstancias.
Las personas que pueden ser más vulnerables frente al estrés son aquellas que poseen elevados niveles de autoexigencia o perfeccionismo, orientados al logro de altos resultados y cuyo autoconcepto y autoestima están ampliamente basados en sus resultados o éxitos profesionales.
El estrés, tanto en términos psicológicos como en términos físicos, supone un gran desgaste para el organismo, personas sometidas a grandes niveles de estrés que envejecen de manera prematura o incluso, que pueden desarrollar determinados trastornos psicológicos como lo es el Burn out o síndrome del quemado, que se caracteriza por un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, estas y otras consecuencias derivan en trastornos psiquiátricos (ansiedad, depresión, consumo de alcohol, drogas, entre otros).
Una estrategia fundamental para trabajar el estrés laboral en una organización es comenzar por evaluar cuáles son aquellos factores que ahora mismo están repercutiendo de manera negativa en la percepción del clima laboral por parte de los diversos trabajadores que componen la organización. Una vez identificados, necesitamos hacerlos conscientes, fijar unos objetivos deseables a alcanzar, así como contar con la colaboración y compromiso de los trabajadores y mandos de la empresa.
Lo primero ante cualquier dificultad es tomar conciencia de que existe, aunque sea una obviedad, pero a menudo no nos damos cuenta de cuál es nuestro nivel de estrés hasta que un dolor de espalda nos postra en la cama. Lo mejor que podemos hacer es tomar por costumbre observarnos a nosotros mismos, cómo nos sentimos a nivel emocional, cómo sentimos nuestro cuerpo, qué enfoque, frente a lo que nos ocurre, observarnos a diario y dedicarnos apenas unos minutos a poner conciencia en nuestras tensiones, sean de la índole que sean.
Al identificar lo que nos pasa podemos identificar su fuente, es decir, los elementos estresores: volumen excesivo de trabajo, falta de recursos, falta de preparación, mal ambiente laboral. Podemos darnos cuenta también de que a veces lo que nos tensa o provoca ansiedad es el análisis excesivo o la anticipación. Si nos situamos en el presente, tomamos la perspectiva de lo que está ocurriendo y de las herramientas de las que disponemos para afrontarlo en este momento.
Por otro lado, situarnos en el aquí y ahora, no sólo en el trabajo sino también fuera de él, nos permitirá desconectar de verdad de aquello que haya quedado pendiente, de las demandas que recibimos y de nuestras propias exigencias.
Entre aquello que nos estresa y los resultados del estrés, siempre nos encontramos nosotros y aunque a menudo no podemos cambiar nuestras condiciones laborales para hacerlas ideales, sí podemos cambiar nuestra manera personal de vivirlas y gestionarlas.
La conciencia de lo que nos sucede en el aquí y ahora (cuerpo, emoción, pensamientos), nos ayuda a conocernos. Este conocimiento de uno mismo es fundamental para el bienestar, y este propicia el bien hacer en la vida diaria.
El equipo de Psicólogos de Centro de psicología y Psicoterapia Seré Consciencia te acompaña a gestionar estos factores y aporta a tu vida laboral, privada y familiar herramientas para liberarte del estrés mediante técnicas gestálticas, biocorporales, mindfulness. Ven y conócenos.