Por: Nahomi Vargas Carrillo
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de conocer, convivir y aprender de diversos personajes con variados oficios y propósitos.
Empiezo por un arquitecto que se encargó de construir no solo una casa física, sino también un hogar fuerte, cimentado en amor y forjado en valores, hogar en el que habitaré por el resto de mi vida, sin importar mi ubicación.
Un excelente administrador que se encargó de acomodar los recursos y estirarlos al máximo para que nada me faltara. El doctor más dedicado del mundo, que ha estado al pendiente de mí, en mis momentos de enfermedad, sacrificando su propia salud y bienestar por el mío.
A mi lado, ha caminado el Maestro más sabio, con él jamás habrá graduación, su conocimiento es tan amplio que nunca terminaré de aprenderle. Mis dudas existenciales y mis tristezas han sido tratadas y respondidas por un extraordinario psicólogo, que me ha ayudado a entenderme, valorarme y desarrollar mi mejor versión.
Un policía que ha entregado su vida por cuidar cada uno de mis pasos, sus brazos son el lugar más seguro en el que he estado. También he tenido la fortuna de contar con un chef en casa, que me prepara los platillos más deliciosos con un ingrediente que solo él le puede poner: amor.
Conozco al mejor historiador de todos los tiempos, él me narraba todo tipo de cuentos increíbles. Recuerdo que visitábamos lugares llenos de magia y él sabía la historia detrás de cada uno, y yo escuchaba maravillada; me enseñó a descubrir el mundo y su belleza.
Todos ellos forman parte de mí y me han construido como piezas de un mosaico que forma lo que hoy en día soy. Ahora, creo que todos estos personajes los podemos unir en uno solo:
UN HÉROE, eso eres tú, PAPÁ. ¡Gracias!
Revista Apolo te desea ¡Feliz Día del Padre!