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JUSTICIA ABIERTA

Por: Lic. Rodrigo Temoc Villagrán Hernández, Maestro en Derecho por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Actualmente se desempeña como Secretario Jurídico del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes.

La palabra “justicia” está presente en nuestro día a día. La escuchamos en los medios de comunicación y la leemos en redes sociales. Sin embargo, solo un pequeño sector de la sociedad logra comprenderla y su significado real puede llegar a ser muy lejano para la mayoría de los ciudadanos.

Más allá de hacer una crítica o señalar las deficiencias que puedan llegar a tener las instituciones encargadas de procurar justicia y tutelar derechos, sería óptimo cuestionar ¿qué acciones están empleando las instituciones jurisdiccionales para acercar la JUSTICIA a la ciudadanía? Hoy en día existe un modelo de gobernanza que transforma la relación entre el juzgador y la sociedad con el objetivo principal de fortalecer nuestra democracia. A este sistema se le denomina JUSTICIA ABIERTA.

Dicho modelo busca favorecer la transparencia en los servicios, procesos e información jurisdiccional, mediante la participación ciudadana y el auxilio entre las instituciones públicas y la sociedad civil. Además de dar vigilancia y atención a nuevas consultas o demandas.

Sin embargo, el trabajo de los tribunales no resulta tan sencillo por dos cuestiones esenciales. El primero de ellos, es debido a la diferencia que existe en el ejecutivo y legislativo, ya que en México las y los jueces no son designados bajo un proceso democrático directo, ni ejercen un puesto de representación. La segunda cuestión, es porque la investidura de un juez que actúa de manera imparcial para dirimir un conflicto puede llegar a limitar y moderar la participación del ciudadano.

Pero actualmente estamos presenciando una evolución del concepto básico de la justicia, ya que los medios digitales, el acceso a la información, la protección de datos, la participación democrática y la confianza pública, lo demandan.  

Para que exista una adecuada justicia abierta, debemos cambiar la imagen de que la justicia se encuentra alejada de la sociedad. Por ello, existen tres pilares fundamentales que los tribunales especializados están empleando para aproximar la justicia a la ciudadanía:

Transparencia: representa lo más puro de la justicia, además de ser un fiel protector contra los actos de corrupción o la poca honestidad. En otro sentido, facilita la comprensión del derecho y la ley, pues impulsa a los tribunales a mostrar sus resoluciones de manera pública, así como las actividades y decisiones que toman. 

La transparencia ayuda a mejorar la capacidad institucional de los poderes judiciales, pues potencializa su legitimidad y confianza pública; así como la relación con los ciudadanos y su autoridad frente a los actores políticos. 

Participación: ayuda a incrementar el nivel de conocimiento y confianza en los tribunales y sus decisiones, ya que permite comprender el papel de su actuar jurisdiccional en la sociedad, creando una retroalimentación en las labores de dicha institución. 

Algunos tribunales utilizan las herramientas tecnológicas para establecer un diálogo entre ciudadanía y tribunal, a través de las cuales difunden su trabajo y criterios jurisprudenciales con el fin de incentivar sus razones y argumentos respecto a la toma de decisiones. 

Colaboración: genera un trato bilateral con las instituciones y la ciudadanía, en el que se puede dar seguimiento a los tribunales y estar mucho más al pendiente de su trabajo, pues los esfuerzos se comparten y se construyen en conjunto. 

Dicha interacción entre las instituciones y los demás sectores, permite observar beneficios, además de generar estrategias para capacitar a los funcionarios adscritos o visibilizar los problemas con los que se pueden llegar a enfrentar. 

A manera de conclusión, seguir fortaleciendo el modelo de justicia abierta contribuirá a eliminar la vulneración al principio de imparcialidad y tratos inequitativos entre las partes. 

Pese a esto, es evidente que el cambio debe residir en una ciudadanía e instituciones comprometidas por un mejor sistema de impartición de justicia; una población que comprenda sus derechos y, en consecuencia, demande mayor acceso a la información y mejores mecanismos de participación. De esta manera, cumpliremos con el objetivo de una justicia abierta que contribuya a mejorar y a incrementar la confianza ciudadana. 

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