Por: Ing. Alberto Aldape
Ante los amagos del Presidente de Estados Unidos de imponer represalias económicas a través de aranceles a todos los productos que México exportara a Estados Unidos, el Gobierno mexicano aceleró la ratificación del Tratado entre México, Estados unidos y Canadá (conocido como T-MEC) por parte del Senado de nuestro país.
Adicionalmente a los compromisos que en materia migratoria se asumieron para frenar el flujo de ciudadanos del denominado Triángulo del Norte Centroamericano (Guatemala, El Salvador y Honduras), el Gobierno Mexicano urgió a los Senadores para ratificar el texto del T-MEC y de esta forma disminuir las tensiones que se habían generado con el vecino país del norte.
El nuevo acuerdo deberá de ser ahora ratificado por el Congreso Norteamericano y el Parlamento Canadiense. El día 19 de Junio el texto, sin ninguna modificación quedo aprobado con 114 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones, dando una señal positiva a los mercados en el sentido de que nuestro país, y el actual Gobierno Federal, está dispuesto a continuar fomentando el libre comercio y que respetará los marcos legales correspondientes.
El T-MEC ha sido un factor importante en la modernización del sector laboral de nuestro país, ya que este fue uno de los temas que se incluyeron en el texto del documento. Adicionalmente se incluyeron sectores que hace 25 años no se mencionaron en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte original, como lo es el comercio electrónico y las operaciones que se realizan con plataformas tecnológicas, que han alcanzado relevancia en el intercambio comercial entre los países.
También se han incluido condiciones en el sector automotriz, como lo es el grado de integración regional de los vehículos que serían exportados a los Estados Unidos, en donde se ha incluido el costo de la mano de obra, $16 dólares por hora, para mantener los privilegios que nos otorga el T-MEC. De no alcanzarse este parámetro, se limitará el número de vehículos que podremos exportar sin que se aplique un arancel por parte de Estados Unidos a las importaciones.
Adicionalmente a lo anterior se amplió la protección a la Propiedad Industrial, en el bloque que conforma el T-MEC en nuestro país se verá afectado el Sector Salud por el costo de las medicinas “de patente”.
Los adelantos en el sector de la salud prácticamente serán inalcanzables para la mayoría de la población en nuestro país, ya que cerca del 60% de la población recurre a la red de seguridad social para las consultas médicas y suministro de los tratamientos, y el gobierno tendrá que esperar 10 años a que se libere la patente para poder adquirir el genérico que contenga el principio activo.
Este tema en particular, en donde es evidente que se favorece a los laboratorios farmacéuticos, los cuales cuentan con un enorme peso económico en Estados Unidos y que buscan con esta medida aplastar a la industria de los medicamentos genéricos, el Congreso norteamericano busca modificar las cláusulas que así lo establecen, sin embargo, nadie sabe cómo llevar a cabo el procedimiento sin poner en peligro la ratificación del T-MEC.
Como vemos, si bien ya el Senado mexicano ratificó los términos del T-MEC, aún queda mucho camino por delante y debemos esperar cuál será la determinación del bloque demócrata en el Congreso Norteamericano, ya que si este no lo aprueba o busca hacer modificaciones tendrá que enterar tanto a Canadá como a México y reiniciar las negociaciones.