Por: Lic. José Campos
Estimado lector, estamos arrancado el año 2018 y como usted puede notar gracias a los 5 millones 599 minutos de spots publicitarios, es año electoral. Ya hicimos el conteo, pedimos nuestros deseos y nos comimos las uvas en el fin de año, de manera previa a eso sucedieron algunas cosas que quizá no tuvieron tanta difusión porque ya todos nos encontrábamos envueltos en buenos augurios, pero déjeme hacerle un breve recuento de lo acontecido:
Ley de Seguridad Interior
La situación en materia de inseguridad en el país ha alcanzado niveles alarmantes, más que en las últimas dos décadas. Por ello nuestros flamantes legisladores decidieron a principios de diciembre aprobar la llamada “Ley de seguridad interior”.
En el sexenio pasado el titular del ejecutivo decidió sacar al ejército de los cuarteles para hacer frente a la delincuencia organizada, estrategia que falló puesto que la inseguridad incrementó en el país y las cifras lo respaldan. Sin embargo, en el sexenio presente el ejecutivo decidió continuar con la misma táctica.
Los titulares del ejército y la marina, hace más de un año habían exhortado públicamente al presidente Enrique Peña Nieto a promulgar, a través de los diputados, una ley que los sacara de la indefinición de su actuar jurídico, ya que durante 10 años estuvieron realizando funciones de seguridad pública que no les correspondían.
Como respuesta a lo anterior, los legisladores aprobaron de manera “fast track” la dichosa Ley. No tardaron las ONG´S y hasta la misma ONU en hacer un llamado al gobierno de México para revisar a fondo lo aprobado con fin de salvaguardar los derechos humanos. Quizá era la manera, pero la forma dejó mucho que desear, habrá que revisar su aplicación, pero sobre todo encontrar el balance que permita la protección a la ciudadanía y a su vez dé un margen de acción coherente al ejército donde se limiten sus funciones. Veremos qué pasa.
Carlos Romero Deschamps.
No me lo va usted a creer, pero en diciembre el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) tuvo elecciones para elegir a su secretario general en el periodo 2019-2024. Sorpresivamente fue electo el Senador por el PRI Carlos Romero Deschamps -por cuarta vez-. No vaya usted a pensar que hay algo turbio en eso ni nada, no porque esté envuelto en escándalos de corrupción desde hace unos años, sea presentado como uno de los hombres más ricos y poderosos de México, y que su fortuna venga del sindicato de la empresa petrolera con un sindicato rico y la empresa en números rojos. No vaya usted a ser mal pensado. ¡Viva la democracia!
Por México al frente
Y ya que estamos hablando de democracia –ésta si es novedad, sé que ni se la espera– el candidato de lo que era el Frente ciudadano por México es nada más ni nada menos que Ricardo Anaya el ex dirigente del PAN. Wow. Sé que nadie lo vio venir. Pero créame que fue un proceso democrático y sobre todo ciudadano. Ya estamos en 2018. Hay que dejar de pensar mal. ¡Long live to democracy!
(Por aquello de que le entiendan sus hijos que vivían en Atlanta)
Morena ¿del tePESyac?
Y mire que las sorpresas agarraron el toro por los cuernos ésta vez. En el partido MORENA “se hizo una encuesta” para elegir a su candidato. Resultó electo Andrés Manuel López Obrador. Llámenme chairo, pero yo sí creo ciegamente que ahí si hubo democracia.
AMLO es ahora el candidato a la presidencia de la República –por tercera vez-. Y más allá de la propuesta de amnistía al Narco, que está súper bien, no sé de qué se queja, ni que el narco le vaya a meter dinero a su campaña ¿o sí? Ya anda de mal pensado otra vez ¿verdad?
Algo que a todos nos sorprendió fue la alianza PES-MORENA, así es, el Partido (Conservador) de Encuentro Social se alío con el referente de ¿la izquierda? en México. Tal y cómo Juárez lo hubiera querido. No ande de mal pensado, si AMLO lo dice que es juarista de antaño ¿quién es usted para contradecirlo?.
Touché.
Hablando de sindicatos, la maestra Elba Esther Gordillo, la recordará usted por su actuación en las películas de Chucky, ya se encuentra en su casa de Polanco, pues le fue concedida la prisión domiciliaria. Ya deje usted de pensar que tuvo algo que ver con la alianza de PRI-PANAL. Fue pura buena voluntad y uno más de los milagros de la víspera navideña. Touché.
Así es amable lector, es el último año de nuestro magnánimo presidente y viene con notables opciones su futuro reemplazo, cómo usted puede observar hay que esperar que esto apenas comienza, hay que esperar “que aún la nave del volvido no ha partido…” (Brozo dixit)