Por: L.A.M. Héctor Chávez Álvarez
Aguascalientes ha sido y es cuna de grandes ganaderías, empresarios taurinos, novilleros y, sobre todo, de grandes matadores que han representado a nuestro estado e incluso a nuestro país.
Si has sido curioso y te has tomado un tiempo para observar nuestra Plaza de Toros Monumental, pudiste notar que está flanqueada por cuatro estatuas de los toreros más representativos de nuestro estado; Alfonso Ramírez “Calesero”, Rafael Rodríguez “El Volcán de Aguascalientes”, Fermín Espinoza Armillita y Miguel Espinoza “Armillita Chico”.
Por ello, realizaré una breve reseña de cada uno, teniéndoles el respeto y la admiración que estos grandes matadores nos merecen.
Comenzaré con el matador Alfonso Ramírez “Calesero”, considerado como el “Poeta del Toreo” y como una de las glorias de la época del toreo mexicano. Alfonso Ramírez “Calesero” nació en el barrio más taurino de Aguascalientes: El Barrio de Triana. Se presentó como becerrista en 1926 y debutó tres años después como novillero aquí mismo.
Debutó en “El Toreo” de la Condesa en 1933, dejando ir un novillo vivo para regresar en 1935 ya con el alias de Calesero. Su sensibilidad y buen gusto para hacer el trazo del toreo se manifestó desde un principio.
Tomó la alternativa en el antiguo Toreo de la Ciudad de México el 24 de diciembre de 1939 de manos de Lorenzo Garza “El Ave de las Tempestades”, siendo su testigo David Liceaga, y cuando se firmó el convenio tras el boicot de los toreros españoles a los mexicanos, fue a España donde la confirmó en Las Ventas, en Madrid, el 30 de mayo de 1946, apadrinado por Pepe Luis Vázquez en presencia de Pepín Martín Vázquez.
“El Calesero” cubrió una época gloriosa en la historia del toreo mexicano. Fue uno de los toreros más artistas que ha dado México, disfrutando siempre su toreo con el capote, fue un fiel intérprete de los más hermosos quites con el capote que legó a la fiesta brava mexicana su antecesor, el matador de toros también ya fallecido José Ortíz, como La Orticina, El quite de Oro y muchas otras suertes a las que El Calesero les imprimió arte y temple. Años más adelante se inmortalizó con su creación “La Caleserina”, un lance lleno de arte y plasticidad. Otro quite de su creación, llamado “Faroles Invertidos”, lo presentó en la Plaza de toros “El Toreo de la Condesa”, el 18 de junio de 1939, con un novillo de Jerónimo Merchán.
Como una de las anécdotas más emblemáticas del Calesero se cuenta que en una ocasión el matador tuvo diferencias con los miembros de su cuadrilla, quienes le pedían que les cumpliera un aumento de sueldo que estaba estipulado por la Asociación de Matadores y Subalternos y que todos los matadores estaban cumpliendo a su vez.
El Calesero ya en varias ocasiones se hacía de la vista gorda con el aumento a su cuadrilla y siempre les decía: “Después hablamos… después lo vemos, después”, pero nunca llegaba ese momento, por lo que una tarde en la plaza de toros San Marcos, partió plaza solo.
Sus banderilleros y picadores le dejaron solo de último momento, pero el matador no se complicó y él mismo recibía a los toros, luego trepó al caballo de pica y él mismo picó a sus toros esa tarde y lo hizo de excelente manera.
Los toros le causaron bastantes percances, pero el más delicado lo sufrió el 25 de diciembre de 1950 en la plaza de “El Progreso” de Guadalajara, donde el toro “Trianero” de la ganadería de Mimiahuapan le propinó siete cornadas.
Una de sus últimas actuaciones después de su retiro en mayo de 1967, fue en la Maestranza de Sevilla, en España, en septiembre de 1980, en un festival benéfico, alternando con Manolo Vázquez y Curro Romero.
Formó una familia grande al lado de su esposa Alicia y sus hijos, los diestros Alfonso Ramírez, “El Calesero hijo”, José Antonio Ramírez, “El Capitán”, y Luis Francisco Ramírez, “El Curro”, además de sus hijas María, Alicia, Virginia, Alejandra y Victoria. Alfonso Ramírez, “Calesero” era hermano del también ya fallecido actor Ernesto Alonso.
El 20 de febrero de 1966 se despidió en la Plaza de Toros México, alternando con los Matadores Manuel Capetillo y Raúl García, con toros de Valparaíso. Toreó su última corrida en Chapala, Jalisco, el 14 de mayo de 1967, alternando con Alfonso Lomelí, con toros de Lucas González Rubio.
Se considera el torero con mayor trayectoria, entre becerrista, novillero y matador de toros duró profesionalmente 40 años.Falleció a los 88 años de edad a consecuencia de un largo padecimiento neurológico en su domicilio ubicado en la colonia Nápoles de la Ciudad de México, donde fue velado.