Por:
Lic. Óscar Fabián
Gutiérrez Tenorio
Nuestro país se encuentra en un momento crucial en la historia moderna, somos más de 126 millones de mexicanos, de los cuales 55 millones es la población que puede destinarse al trabajo, pues son los mayores de 15 años y pues son 95´784, 628 personas, en esa edad para trabajar, de las cuales 57´328,642, son los que se pueden destinar al trabajo, pues cuentan con las condiciones, edad y conocimientos; sin embargo sólo 55´352,713 personas, son las que están ocupadas en un empleo y de las cuales 37´975,389, perciben o están asalariadas, de ellas solamente se encuentran afiliadas al seguro social 20´385,379 personas, que representan sólo el 44% de la población que trabaja y cuenta con las condiciones formales de empleo, lo que quiere decir, que el otro porcentaje, son los que no cuentan con las condiciones formales de empleo.
Las personas desocupadas que no cuentan con un empleo, son 1´976,160 personas, luego los que trabajan por cuenta propia o son autoempleados, que actualmente llegan a ser 12´432,423 personas y los empleadores son 2,727,401 personas, también existen 2´217,091 personas, que no reciben un pago por el salario que devengan y por el trabajo que realizan, ya sea porque son familiares directos de los empleadores o becarios.
Ante este panorama existen 30´877,175, menores de 15 años, que no pueden colaborar por su edad según las leyes, al menos no de manera formal o legal, aunque en algunas ciudades Estado, se permite con un permiso de sus padres y por tanto, nuestra economía según el último reporte del INEGI, se encuentra en un producto interno bruto (PIB) a la baja, de casi un 19%.
Datos y más datos, el 4% de la población está desocupada y el 57% de la población es informal. Una situación difícil para nuestra economía, para nuestra producción y para el desarrollo de finanzas sanas.
En medio de todo esto, se encuentra una posible vacuna que el Gobierno Federal piensa comprar y distribuir masivamente sin haberla probado, pero para resolver el problema de la imagen pública que tiene, ya que se está deteriorando, volvemos a un presidente des encarado, con una vista hacia ningún lado y con ideas nubladas, todo esto no nos dice mucho a dónde debemos ir, carecemos de políticos honestos, verdaderos y respetados, todos quieren sacar ventaja, unos por ignorancia, otros porque están en la fila y piensan que lo que se ofrece primero es para ellos, es necesario que se levante la esperanza, desde el conocimiento y el trabajo. México necesita personas que le apuesten a sí mismas a través del trabajo, pues es lo único que dignifica al hombre; su trabajo y esfuerz