Por: LAE. Cecilia Ovalle Ríos
Queridos Amigos y Amigas, me alegra mucho saludarlos y podernos disfrutar a través de estas líneas que para su servidora tienen un especial significado, emoción y por qué no; un profundo sentido de pertenencia.
Mucho se habla de lo que han tenido que vencer las mujeres para ser incluidas, para destacar o para acceder a políticas igualitarias a lo largo de la historia. Actualmente, podemos destacar el orgullo por las acciones en las que contribuyen las mujeres para fortalecer los valores, la creación de condiciones culturales, para la sana convivencia y la paz en todas sus formas.
Cada vez es más frecuente que los ejercicios de discusión integren la postura de mujeres destacadas o involucradas en temas rectores para el mundo. Esto se debe, en gran parte, a la preparación académica, que de un tiempo acá, han podido disfrutar muchas más mujeres, accesando con ello a la toma de decisiones independientes. Sin duda alguna y sin quitarle el importante mérito a la formación educativa, considero que es la constante –y desinteresada- participación femenina en diversos escenarios el gran diferenciador para el desarrollo de la humanidad.
En marco del Día Internacional de la Mujer, el pasado 11 de marzo, Amexme Capítulo León, galardonó a 16 mujeres que han destacado en diversos ámbitos (educación, salud, deporte, altruismo, ciencia, emprendimiento, entre otras). ¡Fue fabuloso! Lo irónico es que ellas, jamás han pedido o usado el reconocimiento público. Por el contrario, han buscado cómo impulsar, guiar y acompañar a otras personas (incluso familias) de diversas generaciones a descubrirse, siendo ejemplo en sus acciones de valor.
De esto se trata, de avanzar y de creer en la fortaleza del ser humano de buscar construir sociedades. En ese sentido, hemos buscado y aceptado todos los espacios que nos permitan visibilizar las acciones y desempeño extraordinario de las mujeres que buscan desde sus raíces más profundas (como la familia), desde la combinación de los roles del hogar y el desarrollo profesional; aportar a la transformación social.
A casi dos años de que el mundo nos cambió repentinamente, valdría la pena reflexionar respecto a lo que cada uno de nosotros aporta a su entorno. Estoy segura que quedaremos gratamente sorprendidos de las buenas acciones que hemos realizado para transformar vidas e impulsar cambios significativos.
Mi reconocimiento a las mujeres que representan, luchan y son inspiración en el núcleo familiar, abriendo brecha para las nuevas generaciones. A todas aquellas que pese a los cientos de barreras, logran ese sueño académico, profesional, laboral. Ése que las hizo sentir por fin, en igualdad de condiciones. Estoy segura que tú, desde donde enfrentas los retos, desde donde impregnas lo mejor de ti con coraje, amor y ganas de salir adelante… eres una MUJER QUE INSPIRA…
Mi gran reconocimiento para ti.
