NI FERIA, NI MUSEOS, NI FOROS, NI TEATROS
Por: LCO. Arelí Cárdenas Castillo
Este 2020 no se encendieron las luces que dan vida a los miles de visitantes en la máxima festividad de Aguascalientes, la Feria Nacional de San Marcos, además de lo contrario, se apagaron las luces de los museos, centros culturales, teatros, aulas de enseñanza de música, baile, pintura, etc. Las afectaciones en nuestra entidad, no únicamente fueron en el sector empresarial y restaurantero, si no que también al sector taurino, artístico, cultural, charro, ganadero, etc.
En lo que respecta a la feria, no se escuchó el grito de ¡Viva Aguascalientes! que vibraba en la plaza monumental de toros, las candidatas a reina se quedaron ansiando una corona, aquellos artistas que llevaban tiempo preparando el ferial, una obra de teatro, una presentación de baile o un concierto, tuvieron que detener sus ensayos, el reloj taurino no vio desde las alturas a los miles de visitantes que lo admiraban, el encierro no se rodeó por los miles de jóvenes que se disponían a ir de antro, los niños se quedaron únicamente con la ilusión de divertirse en los juegos mecánicos y los parques, las familias no disfrutaron días juntos para ir a darse una vuelta en la ganadera y el jardín de San Marcos no recibió a las personas de la tercera edad, que gustan de bailar en el en esta temporada.
Estamos conscientes de que tanto los cierres como la cancelación de la feria, se realizaron con la finalidad de proteger la salud de sus ciudadanos. Pero tengamos en cuenta que después de la tormenta viene la calma y es momento de valorar el trabajo de todas las personas involucradas en fomentar la cultura de Aguascalientes, llámense directores y empleados de centros de cultura, actores, actrices, bailarines, escultores, músicos, cantantes, pintores, escritores y todas aquellas personas que conforman en este medio.
Busquemos desde nuestras casas, fomentar el arte a nuestros niños con actividades que los lleven a su desarrollo creativo, bailen con solo dejarse llevar con música clásica sin necesidad de repetir los pasos que ven en un vídeo, compitan para ver quien dibuja mejor a su mascota, mejoren sus notas musicales en la flauta o aquella guitarra arrumbada, incluso dense tiempo para meditar en familia.
De regreso a nuestra nueva realidad no solamente pensemos en irnos a la playa, incluyamos en el calendario visitar en familia un museo o entremos a clases del talento que en este tiempo nos dimos la oportunidad de descubrir.
Dejemos a un lado los video juegos, la serie de Netflix, los vídeos en Youtube, actualizar y actualizar Facebook, Twitter, Instagram o Tik Tok, pues ya verán que además de la convivencia sana se sentirán más unidos y felices.
Entre muchas lecciones que este tiempo nos está dando, aprendamos a que aunque si funcional y necesaria, la tecnología ha venido a separarnos físicamente, abramos los ojos para darnos la oportunidad de cambiar el celular en las manos por un instrumento musical o un lápiz, hagamos saber a nosotros mismos que la lección nos fue de provecho.
