Sabemos que en la sociedad mexicana existen diversos grupos sociales que son vulnerados, tal es el caso de las comunidades indígenas, en donde lamentablemente han sufrido de manera histórica problemas de pobreza, injusticia, desigualdad y violaciones a sus derechos humanos.
Lo que busco mediante este artículo, es que se tome conciencia para que se implementen políticas públicas y se lleven a cabo reformas a la legislación con el único fin de empoderar y apoyar a dichas comunidades.
Desde ya hace unos años, los órganos jurisdiccionales, en específico los tribunales electorales, han venido trabajando a través de sentencias claras, criterios jurisprudenciales concretos y mesas diálogo con indígenas, para poder mejorar la justicia electoral intercultural.
Pues los tribunales electorales, buscan que se de una participación de manera igualitaria de hombres y mujeres indígenas, para un óptimo desarrollo integral, intercultural y más sostenible.
Es así, que debemos respetar la vida cultural que dichas comunidades profesan, ya que los pueblos indígenas representan el patrimonio cultural de la humanidad.
Para poder garantizar el efectivo respeto a los derechos de los indígenas, es necesario conocer cuáles son los beneficios que buscan los pueblos indígenas; que sean protegidos sus derechos sociales, económicos, jurídicos y culturales, siendo los siguientes:
1. Un beneficio jurídico: Que haga real el reconocimiento constitucional de su existencia. Que se lleve a los hechos en todos los aspectos públicos de la vida nacional, desarrollando legislación y prácticas generalizadas con enfoque de interculturalidad.
2. Un beneficio económico: Que es el derecho de estos pueblos a disponer de los medios materiales y culturales necesarios para su reproducción y crecimiento; en específico a la conservación, recuperación y ampliación de las tierras y territorios que han ocupado de manera tradicional. Así como, la participación en los beneficios de la explotación de los recursos naturales que se encuentren en sus territorios, y la conservación de las calidades del hábitat.
3. El beneficio para un mejor desarrollo: Que es el derecho a participar en el crecimiento nacional en una medida que compense los déficits históricamente establecidos, esto es, con una visión de equidad.
4. El beneficio democrático y político: Que significa condiciones jurídicas y políticas que hagan posible, seguro y amplíen los derechos de las comunidades, dentro de la institucionalidad de los estados. Pues resulta necesario garantizar la representación directa de los pueblos en las instancias de gobierno, así como legitimar sus formas propias de autoridad, representación y administración de justicia, mediante un régimen de autonomía adecuado a cada situación particular.
Dichos beneficios hoy en día ya existen, pero lo que se debe buscar es potencializarlos y hacerlos progresivos puesto que aún siguen siendo comunidades invisibles y con poco acceso a una efectiva democracia y reconocimiento de sus derechos.
Es así, que debemos entender que la cultura y la identidad no se encuentra solo en el origen de una norma, sino en su validez y aplicación, pues aún seguimos en el camino del respeto y tolerancia hacia estas comunidades.
Más allá de ser un tema jurídico-político, debemos tomarlo como un progreso hacia una integración unificada, en el que sean reconocidas las diferencias para generar acciones afirmativas sociales y que aún sigan vigentes nuestras identidades como una nación con raíces históricas importantes.