Por: Ing. Alberto Aldape, Ingeniero Químico por la UNAM y la Licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana. Actualmente es Director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial de Aguascalientes (CIDE AGS).
Durante los últimos meses, hemos escuchado mucho el término “programas de apoyo” que ofrecen los tres niveles de Gobierno.
En el Gobierno Federal existen los programas de apoyo sociales como las Becas para el Bienestar Benito Juárez, el Programa de Pensión para Adultos Mayores y el Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, los cuales, al ser gasto social, impactan directamente en el consumo interno pero no tienen una repercusión en el incremento del crecimiento económico. Por otro lado, también existen “programas de apoyo productivo”, los cuales buscan incentivar a la planta productiva para fomentar el incremento en el crecimiento económico.
Algunos economistas consideran que este tipo de programas son parte de una política pública de redistribución de la riqueza, ya que los fondos para poder llevarlos a cabo provienen de la recaudación fiscal.
A nivel estatal, también existe este tipo de “programas”, tanto los sociales como productivos. En este artículo me enfocaré exclusivamente a los “programas productivos” que se están ofreciendo. A nivel federal, el Congreso de la Unión aprobó la extinción del INADEM, con lo cual la Secretaria de Economía anunció un programa denominado “Tandas Productivas” y, recientemente, una convocatoria para apoyar a las empresas con capacitación, asistencia técnica y equipamiento del Fondo Nacional Emprendedor. Sin embargo, su difusión ha sido deficiente y no ha sido bastante clara en lo que refiere a las reglas de operación de los mismos, y a la utilización de las plataformas tecnológicas para buscar transparentar la gestión de los apoyos.
Algo sumamente importante cuando se establece un programa de apoyo es que sea oportuno, que las reglas de operación sean accesibles; que el monto de los recursos destinados a los beneficiarios sea suficiente y que la asignación de los mismos sea transparente y eficiente.
En Aguascalientes, se han anunciado varios programas de apoyo empresarial, en donde todos tienen como objetivo aumentar la productividad para incrementar la actividad económica en el Estado, así como mejorar el rendimiento de las empresas y las condiciones laborales de los trabajadores.
A pesar de lo anterior, en ninguno de estos programas se contempla el tema de capacitación y asistencia técnica, siendo que actualmente, para mejorar las condiciones de competitividad y productividad de las empresas, se requiere de innovación, de buscar y explotar nuevas tecnologías; cumplir con los lineamientos requeridos para alcanzar los estándares de la certificación en competencias laborales, entre otros aspectos que mejoran la calidad, no solo del ambiente laboral, sino también mejoran la calidad de vida de los trabajadores.
Otro aspecto que también ha permanecido en la sombra, es la posibilidad de que los empresarios participen en programas de actualización, pese a que el entorno global actual de los negocios es sumamente dinámico y requiere nuevas formas de hacer empresa.
Si a lo anterior le sumamos unas reglas de operación complejas, confusas y una decisión unilateral en la toma de decisiones, estamos ante un programa de apoyo que puede ser muy cuestionado.
En lo personal considero que las reglas de operación de un programa de apoyo deben de ser sencillas y accesibles, que involucre a los trabajadores y exija empresarios responsables del total de los recursos. Además de estar abierto a actividades de capacitación, asistencia técnica, innovación, uso de tecnología de vanguardia, inteligencia de mercados y responsabilidad social empresarial, entre otros.
Una propuesta puede ser que a través de un Consejo Ciudadano de Desarrollo Económico establecer los sectores prioritarios a apoyar, asignar los montos por programa; elaborar reglas de operación, definir los términos de las convocatorias y por supuesto, analizar y aprobar los proyectos a ser beneficiados.
Para que los apoyos sean oportunos se deberá participar desde el inicio, en la elaboración del Presupuesto de Egresos del Estado, para que una vez aprobado puedan lanzarse las convocatorias desde el inicio del año fiscal que corresponda, y generar un impacto positivo en la economía del Estado.