Por: Juan Camilo Meza
Es una realidad, dependemos mucho de nuestro vecino del norte.
Cada año miles de mexicanos viajan a Estados Unidos con la ilusión de construir una vida que en México no pudieron encontrar; la mayoría lo hacen por trabajo, otros por estudio, pero cada vez más personas lo hacen para encontrar paz y seguridad.
Nuestro país, siendo una de las 15 economías del mundo, no ha logrado estructurarse para dar mejores oportunidades laborales, ofrecer una mejor educación, y generar seguridad a su población, por lo que optar por “caminar al norte”, se convierte en el sueño de muchos compatriotas.
El 2020 se convirtió en el año record en envío de remesas desde Estados Unidos con 40 mil 607 millones de dólares, un incremento del 11% con respecto al 2019.
Según datos del Gobierno del Estado, Aguascalientes recibió cerca de 540 MDD el año anterior, enviados por poco más de 180 mil migrantes aguascalentenses ubicados principalmente en California (20.7%), Texas (20.6%), Illinois (10.9%), Colorado (7.7%), y Oklahoma (6.6%), entre otros.
Nuestros hidrocálidos en Estados Unidos son principalmente empleados (en gran medida obreros, estudiantes o cocineros), y aunque no tenemos muchas personas dedicadas al campo, nuestros compatriotas sí están involucrados en trabajos de salud y educación.
Las causas de la migración son variadas; para el Dr. Jaime Colomo Ugarte, son dos básicamente: desequilibrios regionales a escala mundial, y la evolución social en la percepción del espacio político-económico.
Particularmente considero que nuestro país debe realizar un análisis profundo para determinar las causas, pues no nos podemos permitir seguir siendo un país mantenido por nuestros pobres compatriotas que viajan con muchos sueños, pero que se encuentran con una sociedad que los discrimina, señala y ataca por el simple hecho de ser mexicanos. Y aunque existe una migración natural que se da en todo el mundo por diferentes cuestiones como son, cambios de vida, o profesión, o quizás la ilusión de estudiar en otro país, considero que existen algunas razones que hacen de este fenómeno un delicado problema que debemos solucionar, pues depender de ingresos que no podemos controlar, nos hace sumamente vulnerables.
Algunas razones que considero para esta migración constante son:
Falta de oportunidades laborales que garanticen un plan de vida a las personas.
Falta de un sistema educativo coherente con las necesidades del siglo XXI, en cuanto a la innovación y a la real vinculación con el sector empresarial.
Falta de apoyos en tecnología para el campo mexicano, pues mientras no nos tecnifiquemos masivamente, será difícil competir en el mercado mundial.
Una inseguridad creciente en gran parte de la República.
Falta de garantías para la población más vulnerable de México.
Podría seguir con la lista, pero la realidad es que nuestro país debe analizar y reorientar su desarrollo, pues tenemos TODO para ser un país diferente, con oportunidades para todos.
A México no lo corregimos regalando despensas (como en los setenta) o dinero (como ahora). A México lo tenemos que repensar desde nuestras fortalezas, mejorando su educación y entendiendo que un cambio de fondo requiere por lo menos 30 años… así que: necesitamos empezar YA.
