Conocimos una gran empresa, dedicada a la purificación y venta de agua, en voz de una de sus creadoras te llevamos por esta historia donde conoceremos más sobre ella, lo que la mueve y su visión a futuro.
Ella es María Angélica Pérez Carreón, mamá de 2 hijos y 4 nietos, quienes la llevan a disfrutar al máximo la convivencia en familia, viajar, ver películas y sobre todo ser consciente y aprender de cada experiencia que se presenta en su vida, disfrutando la vida como la frase de El Principito que dice que sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos.
Estudió contabilidad, su carrera quedó trunca y eso no impidió que lo aprendido en ella la sacara adelante y la llenara de aprendizajes. Trabajó en una Institución Bancaria, en el área administrativa de varias empresas y durante varios años en Gobierno del Estado, en el área de Prensa.
Hace diez años inició junto con su familia una empresa dedicada a la purificación y venta de agua, la llamaron Ultraligera S de RL de CV, y que a la fecha dirige y administra. En todo el tiempo que ha transcurrido desde su creación, los retos han sido varios, algunos más complicados que otros, incluso ha sufrido varias decepciones que la han hecho pensar en desistir, pero la responsabilidad y el compromiso que ha generado con las personas que dependen de su toma de decisiones no le permiten fallar. “De alguna manera las situaciones se arreglan y salimos adelante generando empleos, pues varias familias dependemos de esta fuente de trabajo. Y es muy gratificante tener buenos resultados y contar con el respaldo de quienes laboran con nosotros”, nos platicó.
Siguiendo con el ambiente de reconocimiento a la mujer este mes de marzo, María Angélica destacó que la mayor parte del personal que labora en Ultraligera son mujeres, trabajadoras, comprometidas, mamás que llevan el sustento a sus hogares. Al observar la labor de todas estas mujeres, la directora constata el importante papel que desempeña la mujer, tanto en lo laboral como en lo doméstico y por sobre todas las cosas, en el cuidado de los hijos, por eso es para ella tan importante reconocer y destacar el beneficio social que se obtiene de las actividades que desempeña la mujer. “Sin demeritar el buen trabajo de los hombres en nuestra empresa, hoy toca hablar de nosotras”, dijo sonriente.
Recientemente, por iniciativa de uno de sus hijos, iniciaron un nuevo proyecto, la Fundación JERR, mediante la cual apoyan a sectores de la sociedad en situación vulnerable.
Durante nuestra charla recordó la lectura de ‘El monje que vendió su Ferrari’, que en su momento disfrutó y que ahora resuena todavía en ella. “Me dejó algunas enseñanzas, como que el tiempo se nos escurre de las manos como granos de arena y no vuelve, que la vida sencilla llevada a modo de servir desinteresadamente a los demás es una buena idea, la importancia de abrazar el presente y vivir en el ahora, como si cada día fuera el último”, nos platicó.
Finalizamos la charla con María Angélica diciéndonos que todos estamos aquí por una razón especial, debemos dejar el pasado y ser arquitectos de nuestro futuro.
