Apasionada por su familia, la cultura y Aguascalientes
Blanquita Rivera Rio es una mujer a la que le gustan los retos, una mujer que trabaja con mucha entrega y pasión, perfeccionista, que no le gusta aflojar el paso, que no se rinde, soñadora, que ha aprendido que es posible lograr lo que una se propone, a base de mucho esfuerzo, entrega y dedicación, porque siempre habrá obstáculos que superar, una mujer que vive intensamente.
Es egresada de la primera generación de la licenciatura en Artes Visuales por el Instituto Cultural de Aguascalientes. Posteriormente, estudió la maestría en Artes Visuales en la Academia Nacional de San Carlos, que pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de México, y luego, en esa misma institución cursó un doctorado en Historia del Arte, lo que ella describe como una de sus satisfacciones más grandes.
Su familia es la luz de su vida, por lo que durante los últimos años ha venido compaginando su rol como esposa, madre y abuela con su pasión por el arte y la producción artística, lo cual disfruta ya que le permite mantenerse inspirada para crear, para celebrar la vida a través de piezas con las que expresa todas sus emociones, porque a decir de ella, eso es precisamente el arte, te permite hacer que aflore tu interior y compartir la perspectiva que tienes de lo que está pasando en el mundo, en tu propio entorno, y cómo eso puede contribuir a que otras personas se sientan identificadas con lo que tú estás manifestando.
Blanquita era una niña muy inquieta por conocer y descubrir todo lo que el mundo podía ofrecerle. Su infancia fue sin duda una de las etapas más hermosas de su vida que recuerda con mucha alegría: “Me considero una mujer muy afortunada porque nací en un hogar muy amoroso, con unos padres que siempre nos prodigaron a mí y a mis cuatro hermanas todo su cariño y nos impulsaron a que nos preparáramos para ser mejores personas todos los días.”
Esa niña sigue viviendo en ella, ya que conserva muchos de sus ideales que la forjaron desde esta etapa, siendo ahora una adulta que ha logrado concretar lo que alguna vez anheló, trabajando incansablemente por sus metas.
Actualmente está casada con Carlos Lozano, con quien lleva una relación de 41 años juntos, y ha tenido la dicha de formar a su lado una hermosa familia que son su más grande orgullo: José Carlos, Emma Daniela y Blanca. Una bendición enorme para Blanquita es la dicha de ser madre de hijas gemelas, a quienes ama y admira por sus personalidades diferentes a quienes, al igual que a su hijo, inculcó ser fuertes, valientes y el luchar por conseguir sus sueños, siempre ayudando a los demás en el camino.
Una de sus prioridades es preservar el bienestar de la mujer y la sociedad en general, considerando necesario generar las condiciones, para que tanto hombres como mujeres tengamos acceso a la educación y hacer todo para que nadie abandone sus estudios. Una mujer preparada puede definir el rumbo de la sociedad.
A decir de Blanquita, las mujeres enfrentan pequeños y grandes retos todos los días, mismos que ella ha vivido, sin embargo, tener la fortaleza para enfrentarlos es lo que nos permite salir airosas.
Presidir el DIF Estatal ha sido una experiencia enriquecedora para ella que le permitió conocer las necesidades mas sentidas de la gente: “hubo historias que me estrujaron el alma, porque me enseñaron que hay que actuar con prontitud y sensibilidad, y no caer nunca en la indolencia.” Contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas en Aguascalientes y poder transformar vidas en una institución tan noble fue para ella un parteaguas en su vida y una oportunidad por la que está muy agradecida.
