Por: Ing. Alberto Aldape
Diversos especialistas, han evaluado el impacto que tendrá en la economía nacional, la pandemia de covid-19.
Uno de estos, es la encuesta mensual de expectativas de especialistas del sector privado, que elabora el Banco de México, el cual para el mes de agosto, ubica una caída para el Producto Interno Bruto (PIB) de -10.02%.
Este escenario, básicamente nos esta reflejando una alta volatilidad de los mercados financieros, un pronunciado grado de incertidumbre, en la aplicación de Políticas Públicas orientadas a la reactivación de la economía, generando una complejidad importante, en la operación de las empresas y del sector público, utilizando herramientas tradicionales, generando ansiedad tanto en los empresarios, como en sus colaboradores, aumentando el estrés social, como un resultado negativo paralelo a la ya de por sí, frágil salud de la población.
La banca comercial, también ha realizado diversos sondeos para conocer cuáles podrían ser las perspectivas económicas, para el futuro de nuestro país, sus resultados no son muy optimistas. Para uno de los principales bancos comerciales de nuestro país, la caída del Producto Interno Bruto sería del 9.9%.
Esta situación se complica, cuando vemos que para los Centros de Investigación especializados en Economía, nos muestran que el proceso de recuperación será muy largo, similar al logo de una prestigiada marca deportiva y que esta recuperación, no será igual para todos los sectores y giros de actividad.
En condiciones normales se podría pensar que la recuperación, podría ser mucho más rápida, tomando en cuenta que el próximo año es electoral y tradicionalmente los gobiernos federales y estatales, incrementaban su gasto en forma importante, sobre todo en los renglones de gasto social e infraestructura. Sin embargo, ante la caída de los ingresos públicos, no se ve factible el que se dé esta situación coyuntural, por temporada electoral.
Por otro lado, existe un número de Gobernadores de distintos signos, que han conformado un grupo que busca la generación del “Nuevo Federalismo”, en donde se busca la realización de una Convención Nacional Hacendaria, que modifiquen los términos de Impacto de Coordinacion Fiscal.
A la fecha, la Secretaria de Hacienda y crédito Público, solamente les ha comentado a estos Gobernadores, que los recursos fiscales que serán distribuidos el próximo año, no alcanzarán a cubrir la demanda de recursos que cada un tiene, por lo que los invita a generar sus propios ingresos a través de impuestos estatales, que les permitan hacer frente a sus compromisos.
Las propuestas que han hecho los organismos de la Iniciativa Privada, tanto Estatales como Nacionales, no han tenido ni un eco en la formulación de Políticas Públicas, destinadas a mejorar las condiciones económicas del país.
Estos son los momentos, en donde es prioritario el trabajar en forma conjunta y colaborativa la economía, así aportaremos no solo a la mexicana, sino a nivel internacional, pues el mundo, está pasando por una de sus peores etapas en los últimos noventa años y si bien, la pandemia tiene formas de combatirse con tratamientos o vacunas, las condiciones sociales o políticas de nuestro país, han generado una radicalización de las posiciones, que pueden generar violencia en el corto plazo; es indispensable cambiar el discurso divisionista, por uno de conciliación y trabajo en conjunto, para que nuestro país pueda en el menor tiempo posible, retomar la senda del crecimiento económico.
