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HACIA UNA POLÍTICA ESTATAL DE DESIGNACIONES

Por: Lic. Salvador Vázquez. Politólogo, especialista en temas de Transparencia, acceso a la información, protección de datos personales, archivos, lobbying, sistema electoral y marketing político.

El concepto designaciones o nombramientos no es otra cosa que la acción de señalar o designar a una persona para un fin determinado, es decir, una designación puede referirse a un cargo o puesto asumido por una persona. Cuando una autoridad designa a un sujeto para que asuma una responsabilidad, le está otorgando cierta competencia en una determinada área. Las designaciones pueden producirse en el ámbito del gobierno o dentro de una empresa. Incluso una designación también se puede dar con el nombramiento de una persona para que reciba un premio o para que se acceda a un reconocimiento. Después de este breviario cultural del concepto, en Aguascalientes deberíamos comenzar a una política estatal de designaciones. Esta Política Estatal deberá procurar concursos públicos por méritos, y con ello, generar controles para estos nombramientos, es decir, entre más políticos sean los cargos a designar, más controles deberían tener al momento de designar.

Algo importante que se debe resaltar para las personas que compiten por un cargo a designar, es que deben entender las características de la institución, en otras palabras, deben conocer que hace la institución para el que ven designados y no solo llegar por el apoyo de un padrino político.

Ahora bien, no es lo mismo cumplir los requisitos de una convocatoria, que la idoneidad para el cargo, es decir, ya sabe usted que cuando se “concursa” por lo general existe una convocatoria en el que emite ciertos requisitos que deben de cumplir las y los interesados, pero muy pocos son los idóneos para ese cargo por propias características de la vacante y por las características de la o del candidato designado. Por ejemplo, el caso del nombramiento del titular del OSFAGS, reunió los requisitos de la convocatoria, el propio congreso lo designó, pero no era el idóneo para ocupar el cargo, los resultados están a la vista. 

Uno de los factores que afecta la idoneidad para un cargo, es justamente los acuerdos políticos, además de que cuando se elije más de dos candidatos, por lo general cada partido político trae su “gallo” como comúnmente se dice en el argot político.

Todo proceso de selección que cumplan con ciertos requisitos para los que se esta concursando, incluso desde la convocatoria deben ser transparentes, es decir, debe de enunciar cada procedimiento y este debe ser claro, incluidas fechas, horarios, transmisiones en vivo y sobre todo la publicación de cédulas para que la ciudadanía pueda corroborar el por qué cada integrante de la autoridad que emitió su voto a favor.

La publicidad de los perfiles sería otro factor que la autoridad que lanza la convocatoria debe de dar a conocer y además, deben emitir criterios para llevar a cabo la designación, incluso cuando exista un empate entre candidatos. Por ejemplo, pueden existir muy buenos perfiles técnicos, con mucha experiencia y conocimiento de la institución en el que pueden ser designados, pero -como lo mencioné hace unos párrafos- no cuentan con un padrino político, y viceversa -que por lo general llegan a ser nombrados-.

Otro factor que debe contemplarse en esta política estatal, es revisar las causales para remover al servidor público designado, es decir, tanto los requisitos de formalidad e idoneidad, deben ir de la mano con las causales para quitar del puesto cuando no tenga un buen desempeño. En otras palabras, se debe cuidar las acciones para designarlo, pero también para removerlo.

Una vez que se ha designado al candidato idóneo, éste debe gozar de legitimidad, de lo contrario tendrá muchos obstáculos para su buen desempeño.

¿Cómo podemos mejorar el perfil de las candidaturas? Muy sencillo, profesionalizando y generando un servicio civil de carrera, para que las y los candidatos que participen en procesos de selección salgan justamente desde dentro de las instituciones.

Debemos iniciar un diálogo para instaurar una Política Estatal de Designaciones, y con ello, dar seguimiento tanto al procedimiento como al desempeño de cada una de las designaciones y nombramientos que se presenten en el corto y mediano plazo.

En Aguascalientes tiene en sus manos un ejercicio interesante, que sentará un precedente estatal para los siguientes ejercicios de designaciones y nombramientos, si quieren pasar de la opacidad a la transparencia en este ejercicio, deberán se deben elegir a los mejores perfiles para los distintos cargos que se elegirán próximamente, de lo contrario seguiremos teniendo instituciones de “cuotas y cuates”.  

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