Por: Ing. Jorge Carlos Obregón Franco
Días pasados, se dio un acontecimiento muy relevante en nuestra política nacional, este evento fue la votación en contra de la reforma eléctrica propuesta por el ejecutivo. Si bien parece ser una victoria para el sector privado y en particular del sector energético, desde mi punto de vista parte del daño ya está hecho.
Se sabe que para poder propiciar un adecuado ambiente de negocios, es necesario fomentar la estabilidad, que en muchas de las ocasiones se ve impactado por factores externos los cuales no es posible controlar, pero existe la variable de la confianza que es determinante para la prosperidad de los negocios y es la que permite el crecimiento de los mismos. Un inversionista, por más afinidad que tenga al riesgo, lo mide de tal manera que si le genera cierta confianza un proyecto o empresa, decide invertir en ella para poder obtener rendimientos, ya sean a corto, mediano o largo plazo. Si lo llevamos al ámbito personal, una vez que una persona pierde la confianza en otra, es muy difícil recuperarla y esta puede tomar tiempo, además de muestras tangibles, que permiten volver a confiar en dicha persona.
Dicho lo anterior, creo que es justo lo que nos pasó al sector energético y privado con este intento de reforma, que claramente se veía que afectaría a la confianza de inversionistas, violaría tratados, centralizaría el poder en CFE y afectaría nuestro medio ambiente. Muchas personas me han preguntado si con esta resolución se vuelve a abrir el panorama para grandes inversiones en el sector energético, desde mi punto de vista personal es, que no es así. Esta confianza que existía hace algunos años en el sector y particularmente en nuestro país, tomara muchos años recuperarla. En el fondo sabemos que se ganó esta batalla, pero el gobierno federal es probable a no desistir y más bien vuelva con una nueva estrategia a querer cambiar las reglas del mercado energético. Se ha mencionado varias veces, al igual que somos conscientes de la necesidad de hacer ajustes y cambios al marco regulatorio del sector energético en pro de mejorarlo, estoy seguro de que si estos cambios se hacen de manera adecuada; el que, el sector privado y cualquier actor del mercado los interprete de manera correcta así como las acepte con los argumentos técnicos y económicos que se requieran. Esto permitirá que el mercado y el desarrollo de la industria se den favorablemente y positivamente para el país. Es también un deber de nosotros como ciudadanos, cuidar que cualquier sector en nuestro país tenga visión de largo plazo así como sustentabilidad que pueda brindar desarrollo a la sociedad, recordemos que la ley es viva y debe de ir adaptándose a realidades y distintas circunstancias a las que prevalecían cuando seguramente se diseñaron e implementaron.
Está en todos nosotros lograr construir nuevamente la confianza en el sector energético y en muchos de los sectores económicos en nuestro país. Busquemos como mexicanos hacer lo que nos toca para infundir esta confianza, entreguemos en las acotaciones de tiempo, cumplamos con especificaciones o requerimientos de nuestros clientes, si esta en nuestra posibilidades. Estas acciones que SI están en nosotros nos ayudaran a propiciar el ambiente de confianza que tanto necesitamos lograr y recuperar, para hacer negocios de mediano y largo plazo, los cuales necesitamos para recuperar el crecimiento que nuestro país necesita y seguir en la carrera de la búsqueda del bienestar social.