Por: Lic. & M. en A. Manuel Alejandro Torres Franco
¿Has escuchado que es indispensable la existencia de un contrato o un pagaré para demandar un cobro?
Es común ver cómo la inexistencia de un contrato genera problemas entre conocidos, amigos, socios, o incluso familia, que deriva en juicios interminables de los cuales nadie resulta satisfecho y todos se afectan económicamente. De la mano de otros factores, en México esto ha traído como consecuencia una cultura de generación de contratos, lo que se manifiesta en dichos como “papelito habla”, o conductas como la firma de pagarés por cualquier negocio, sea arrendamiento, mutuo, laboral, etc.
Aun así, hay ocasiones en las que, por falta de asesoría, de tiempo o simplemente por confianza, no nos protegemos legalmente con un contrato o documento legal, para el caso de que la otra parte nos incumpla con el pago o con cualquier otra obligación contratada con nosotros.
Otro elemento interesante a tomar en cuenta es la tecnología, ya que cada vez más negociaciones se realizan por medio de plataformas electrónicas como Amazon, Mercado Libre o Facebook, o aplicaciones de mensajería como Whatsapp o Telegram, con las que debemos de tener especial cuidado ya que cumplen con condiciones muy distintas a la tradicional firma de contratos escritos.
Si ya te pasó, seguramente te habrás encontrado con dificultades generadas por la falta de elementos de prueba tradicionales, como contratos, pagarés, convenios, oficios de entrada o salida de almacén, etc., los cuales permitan prosperar tu demanda y obtener el cumplimiento de las obligaciones que contrataste.
En muchas ocasiones, la falta de estos elementos dificulta mucho o incluso genera un resultado negativo en tu juicio, por lo que, a pesar de que legítimamente te hayan incumplido, resulta imposible obligar judicialmente a la otra parte a realizar tu pago o cumplir con la obligación que haya quedado pendiente.
Para estos casos, la ley nos brinda herramientas para poder realizar procedimientos paraprocesales, con los cuales se pueda acreditar la existencia de tu derecho de cobro o de exigir el cumplimiento de obligaciones sin necesidad de los tradicionales documentos base, como contratos o pagarés.
A manera de conclusión, lo más importante del presente artículo es comprender la importancia de darle un soporte jurídico a nuestras negociaciones, la era en la que el empresario era un todólogo que entendía de impuestos, finanzas, derecho, procesos productivos y mercadotecnia ya quedaron muy atrás, es indispensable contemplar el asesoramiento de un profesional para la protección de nuestro patrimonio y la prosperidad de nuestro negocio.
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