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EL TRAJE DE LUCES DEL TORERO

Por: Lam. Héctor Chávez Álvarez

Se le llama traje de luces, al traje del torero, debido a los reflejos que producen las lentejuelas que lo cubren. 

Está fabricado en seda y cubierto con un bordado, realizado habitualmente con hilo de canutillo de oro, plata o azabache y ocasionalmente con otros materiales, como cristal.

Creado a finales del siglo XVIII, procede del traje de los majos  y que acabó convirtiéndose en una ropa exclusiva, para ejercer el ritual taurino. Con posterioridad, le fueron añadidos diversos adornos, como la montera, los bordados y los alamares.

Joaquín Rodríguez «Costillares» en 1793, pidió en  la Maestranza de Sevilla, que los diestros de a pie usaran galones de plata, privilegio del que ya gozaban los picadores, antiguamente con más rango que los matadores. Pero la verdadera transformación del traje de luces, la dio Francisco Montes “Paquiro”, quien fue un gran innovador en el toreo y también en el diseño de los trajes de torear. 

Entre 1830 y 1835, “Paquiro” se presenta sin la típica redecilla y aparece con la montera, que en ese tiempo era de gran tamaño y más altas que las actuales, introduce también las lentejuelas que hacen al traje más novedoso y elegante, también agrega los alamares o botones de adorno, los machos que son para apretar y asegurar la posición de la taleguilla y de la chaquetilla que se hace más ancha, abriéndose por las sisas, para facilitar la libertad de movimiento de los brazos.

Después de los cambios introducidos por “Paquiro”, el traje de luces actual ha cambiado poco. La primera mujer en vestir un traje de luces igual que lo hacían los hombres, fue Dolores Sánchez, La Fragosa, innovación que introdujo en el año 1886.

El vestirse para torear, constituye por sí mismo un ceremonioso ritual, especialmente en el caso del matador. El diestro es asistido por el mozo de espadas, que lo ayuda a vestirse con parsimonia en la habitación del hotel.

El traje de torero se compone de las siguientes piezas:

Montera: sombrero que usan el torero y los subalternos. Negra y redonda con dos piezas salientes en los laterales. La viste el torero durante el paseíllo y en los dos primeros tercios de la faena, hasta el momento en el que se descubre y brinda el toro con ella. 

Corbatín: Es la cinta que se anuda al cuello, a tipo corbata.

Chaquetilla: Chaqueta corta y rígida con hombreras y que está abierta por las sisas, para permitir el movimiento de los brazos. Debajo de la chaquetilla va la camisa, el chaleco, el corbatín o pañoleta y la faja.

Taleguilla: es un pantalón muy ceñido (para evitar enganchones) desde la cintura hasta debajo de la rodilla, ajustada mediante cordones rematados en machos o borlas. Se sujeta a los hombros mediante tirantes. Debajo suele llevarse un calzón protector.

Medias: se utilizan dos pares de medias. Las de debajo son blancas, de algodón y las superiores, rosas, de seda.

Camisa. Color blanco.

Zapatillas: Son planas, de color negro y están adornadas con un lazo.

Capote de paseo: Es la capa corta normalmente  de seda, con múltiples y lujosos bordados, que el diestro se anuda ritualmente al cuerpo para efectuar el paseíllo. Completado este, se deja en el muro o se confía su custodia a algún conocido del público. Su función es únicamente ornamental.

Coleta: en el siglo XIX los toreros se dejaban crecer una coleta que trenzaban en un moño (llamado moña), vago recuerdo de los tiempos de las pelucas del siglo XVIII. La coleta servía además para amortiguar el golpe en caso de caída. Al retirarse, el torero se cortaba la coleta, expresión que ha pasado al lenguaje popular, como sinónimo de abandonar una profesión. Juan Belmonte, fue el primero que prescindió en activo de la coleta natural y desde entonces, los toreros usan un postizo llamado castañeta 

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